martes, 21 de septiembre de 2010

Hoy más que nunca, el día del estudiante

Puede que este no sea un pensamiento demasiado original (y sinceramente, espero así sea), pero la cobertura y el tratamiento que los medios vienen realizando sobre el reclamo y comportamiento de los estudiantes es realmente repugnante. Durante las primeras semanas del conflicto educativo, la inmensa mayoría de los medios de comunicación optaron por invisibilizar el reclamo, cumpliendo con la triste proposición de que si no aparece en la tele, no existe.

Cuando el tema ya no podía ser más ignorado, se empezaron a hacer cortes de calle y Cristina se pronunció a favor de las tomas, Clarín, Nación, TN, etc, etc, tuvieron su forma de abordaje perfecto. Al margen de la responsabilidad del Gobierno Nacional que todavía tiene un largo camino por recorrer para subsanar la deuda que existe con la educación pública, los grupos de multimedios salieron a horrorizarse por el apoyo a una medida que promueve el desacato y la irresponsabilidad, y vulnera todo ese conjunto de libertades civiles que les encanta enumerar a ellos y a otros especímenes como Pinedo, Bullrich, y compañía.

En vez de interrogarse e informar sobre el pésimo estado edilicio, la sub-ejecución del presupuesto y el recorte de viandas (sólo por mencionar los temas más urgentes), los medios se relamen cuestionando que duermen en los colegios, que encuentran alcohol y preservativos, y que otra vez la ciudad se convierte en un caos. Al mismo tiempo, todos los años en el Día de la Primavera están esperando que el número de borrachos y peleas en los bosques de Palermo aumente minuto a minuto, para así regodearse nuevamente de la anomia en la que se encuentra la juventud.

Se horrorizan cuando los jóvenes y adolescentes salen, pero también se escandalizan cuando reclaman por su derecho a estudiar y formarse como personas y ciudadanos ¿Lo paradójico de esto?, no es una contradicción.

Pink Floyd - Another Brick in the Wall

lunes, 13 de septiembre de 2010

Ahora dicen que volvería la Unión Democrática

El enfrentamiento Clarín - Gobierno parece reeditar la histórica antinomia Braden o Perón. Más allá de que la alteridad es un mecanismo para definir y reforzar la propia identidad, y como tal, siempre se han sucedido diversas antítesis de figuras y grupos sociales, las características del enfrentamiento que se presenta entre el kirchnerismo y el multimedio (o monopolio) tienen varios puntos en común con la oposición planteada en los inicios del peronismo.

Hacia fines de 1945, la campaña para elecciones presidenciales tuvo como uno de sus ejes la presentación de la doctrina peronista. Definiéndose como una corriente convocada por el principio básico de la unidad nacional, el modelo fue condensado en la frase Braden o Perón, en la cual este proyecto se oponía a los planes e ideología de un sector encarnado en la figura de Spruille Braden, embajador de los Estos Unidos durante aquellos años.

Más allá de las diferencias que puedan existir, en estos días tanto el Gobierno como el Grupo Clarín podrían sentirse cómodos reencarnando estos personajes. Por el lado del kirchnerismo, no hace falta explicitar demasiado en un gobierno que se reconoce abiertamente como peronista, y que ante una oposición política desarticulada, parece haber encontrado en las huestes del grupo Noble un enemigo de peso. Hace dos años ese papel parecía haber sido ocupado por el “campo”, pero una vez pasado el furor de De Angelis y el “voto no positivo”, los reclamos sectoriales no lograron trascender sus características intrínsecas; y el gran diario argentino comenzó a perder su máscara de narrador omnisciente de la realidad, para involucrarse de lleno dentro de la escena, como protagonista político explícito.

Tanto uno como otro parecieran sentirse cómodos en el rol que les toca ocupar. El Gobierno tiene en el Grupo Clarín a un Braden contemporáneo. Ya que si bien el monopolio no pertenece directamente al mundo de la política, a través de distintas y diversas operaciones, conforma alianzas electorales, construye candidatos, y demás acciones que podrían llegar hacer que en los próximas días titulen, “Es un buen momento para relanzar la Unión Democrática”.

Clarín, por su parte, encuentra en el kirchnerismo su contraparte que le permite constituirse como el adalid de la libertad de expresión y los valores democráticos, ante un gobierno que acusan de manejarse con prácticas autoritarias y dictatoriales.

Diferencias con la historia al margen, en esta antinomia se reconocen los dos.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Noticias de ayer

Manifestando toda una línea de coherencia ideológica con la expresada durante la última dictadura, la revista Gente publica esta semana en tapa una nota de Macri y su novia anunciando su futura boda. Una maniobra más del grupo de expertos en el arte del marketing político que rodea a Macri y son considerados por él y su equipo como gurúes del conocimiento, capaces de orientar y manipular la opinión y el humor de la ciudadanía.

La crisis en la educación pública se convirtió en un acontecimiento a partir del colapso de la infraestructura de muchos colegios, y mientras que el vocero del macrismo, Horacio Rodríguez Larreta (cuya virtud más resaltable parecería ser su esfuerzo continuo por carecer absolutamente de carisma), sale a decir que detrás de la lucha de los estudiantes se encuentra el chavismo, Macri se da un baño de Ayudín con la tapa en el seminario amigo.

La patética maniobra de Durán Barba y colegas vuelve a poner a Macri en el centro de escena mediática, y los medios en vez de preguntarse e indagar por qué el prepuesto de la ciudad está sub-ejecutado, vemos a Paula Trápani y compañía disertar sobre el inminente casamiento del jefe de gobierno y sus detalles.

Se contribuye a invisibilizar el reclamo por la educación, y de paso lo hacemos quedar a Mauri como un tierno enamorado. Macri y gente, un solo corazón.